La época dorada del cine en Pregonero
Anteriormente les
presentamos un poco de información acerca de la casa de gobierno y parte de
historia acerca de los orígenes de Pregonero, hoy hablaremos un poco de nuestra
cultura, resulta que en Pregonero existió un cine conocido como, cine Uripreg,
esa década de los 60,70, 80,90, fue dorada y magnifica para los uribantinos. Y podemos
ir construyendo esa época con estas conversaciones que hemos ido mostrando.
El cine inicio proyectando a
blanco y negro, en la casa parroquial san Antonio de Padua, traído por el señor
Genaro Rojas y apoyado por el entonces cura José Raimundo Pernia, muchos
cuentan que cada vez que iban a clases de catecismo, se les otorgaba un ticket
para disfrutar del cine. Años más tarde, señores destacados en la población,
Don Eleuterio García y Don Teófilo Ramírez, tomaron el control del cine y
continuaron proyectando alegría a Pregonero, ahora en la casa de don Ignacio Ramírez,
(carrera dos, esquina de la calle 9). Un espacio más amplio y cómodo, y con
sitios de vista privilegiada, el famoso palco por ejemplo. Tiempo después, el
cine se mudó a la actual casa de la cultura monseñor Ovidio Pérez Morales,
donde hoy día queda el reflejo y las huellas de ese cine, pero el espacio para
fomentar la cultura.
Miles de anécdotas tienen
muchos cuando iban al cine, y el mismo era un suceso en la población, los
cartelones se paseaban por todas nuestras calles, anunciando la nueva película,
en conjunto con los parlantes y posteriormente el timbre sonando, cuando la película
estaba a punto de comenzar “esta tarde teatro uripreg presenta a viruta y capulina
en la espectacular producción de… con la espectacular actuación de...”. Recordaran, ese incomodo momento cuando la
cinta se reventaba y todo se oscurecía, las sillas rodaban y un escándalo, los
gritos “Teófilo película”, mientras exhaustivamente pegaban la cinta, para que
siguiera rodando la película.
O mejor aún, el famoso
palco, especialmente para las parejitas y las personas con más real, las de
alta alcurnia en nuestra población. La lucha por evitar que se ensuciara la instalación
con gargajos de chimú, o papeletas de chucherías. Este tipo de anécdotas, nos
deja mucho a imaginar sobre ese Pregonero de los 60 hasta los 90, podemos
construir nuestras antiguas calles, rememorar el cine en sus tres sitios,
escuchar que en esa época el civismo y la formalidad iban por delante, que éramos
un pueblo un poco estratificado en cuando a clases sociales, educados y
aspirando a ser mejores siempre.
Conocer que antes de que se
ubicara en un sitio algún negocio, antes habían allí otras instituciones importantes,
como que, en la actual casa de la cultura, funciono un banco y posteriormente
el lugar donde elaboraban la teja.
Todas estas conversaciones
de venga y le cuento con un café, donde buscamos más que una entrevista formal,
es grabar las clásicas conversaciones donde salen mil y un cuentos, nos
permiten construir y recordar el Pregonero de antaño.
Disfruten de más anécdotas,
en esta conversación con protagonistas de esa época de cine…
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